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20 agosto 2008

Ciclo de charlas: GÜÍMAR: 1400-2008. De Chaxiraxi a la Bajada del Socorro


Ciclo de Charlas. Del 2 al 4 de septiembre.

Salón de actos de la Sociedad Recreativa y Cultural Casino de Güímar. Entrada libre.


Día 2 de septiembre: Geografía del presente: Mar, naves y tabaibal

::19.30 h. El Polígono Industrial “Valle de Güímar”. Carlos L. Agulló Martínez. Ex-presidente de la Asociación de Propietarios del Polígono Industrial y Ex-gerente de Proitesa.

:: 20.15 h. La Reserva Natural Especial del Malpaís. José Carlos Mesa Acosta. Profesor de F.P.


Día 3: Cabañuelas y caminantes

::19.30 h. Los caminos verticales. Fermín Gigante Carballo. Geógrafo

::20.15 h. La Virgen de la Luz y la Virgen de las Candelas. José María Mesa Martín. Ldo. en Bellas Artes. Ldo. En Geografía e Historia.


Día 4: La Bajada del Socorro y el manto cifrado.

::19.30 h. Camino del Socorro, camino ritual. Javier Eloy Campos Torres. Lcdo. en Bellas Artes. Profesor de la Escuela de Arte “Fernando Estévez”.

::20.15 h. Chaxiraxi, la madre cósmica. Ignacio Reyes García. Dr. en Filología. Ldo. en Historia.




Del 29 de agosto al 5 de septiembre, de 18.00 h. a 24.00 h., estará abierta una exposición de fotografías de José Mesa: El Malpaís, La Bajada y el Camino de El Socorro

> Exposición online



Colaboran:

Casino de Güímar, Ayuntamiento de Güímar, CajaCanarias, Bodega Comarcal Valle de Güímar

08 abril 2008

Obras junto al Malpaís de Güímar y Camino de El Socorro

21.Obras junto al Camino de El Socorro abril 2008.JPG

El Polígono Industrial Valle de Gúímar sigue completando su desarrollo hasta el límite del Bien de Interés Cultural Camino de El Socorro, que tal como define la ley de protección es:

la banda de terreno definida por una línea paralela situada a 25 m del eje de la vía y a ambos lados de la misma.

Está por verse el impacto estético de las infraestructuras, qué actividades desarrollarán las industrias que se instalen y cómo afectarán al Espacio Natural Malpaís de Güímar.

> Ver el álbum

Gracias a territoriosred#

15 marzo 2007

El Camino de El Socorro, de nuevo BIC

El Camino de El Socorro a punto de declararse de nuevo Bien de Interés Cultural

Recientemente, se publicó en culturadecanarias.com la noticia de la inclusión del Camino de El Socorro dentro de los nuevos BIC que aprobará defintivamente el Consejo de Gobierno:



El Consejo de Patrimonio Histórico de Canarias, reunido el jueves día 8 (de marzo 2007), en sesión plenaria, ha dado su visto bueno a cinco nuevos Bienes de Interés Cultural (BIC) en las Islas. En este listado se incluyen la Ermita de San Sebastián de Agaete y las Tallas Flamencas del Oratorio de Era de Mota, en Valsequillo, ambas en Gran Canaria, y el Conjunto Histórico de Arona, el Sitio Histórico del Camino del Socorro de Güímar y los Molinos de Barranco Grande y Cuevas Blancas, en la Isla de Tenerife. Estos expedientes serán remitidos al Consejo de Gobierno para su aprobación definitiva.

De los expedientes analizados por el Consejo destaca también el Sitio Histórico del Cambio del Socorro, en Tenerife. Los límites propuestos comprenden un camino por el que, al menos desde finales del siglo XVI, transcurría la Bajada de la Virgen hacia la Ermita del Socorro, vinculada a la aparición milagrosa de la Virgen de Candelaria. Los orígenes de esta festividad pudieran remontarse a la etapa prehispánica, al constituir el litoral una zona frecuentada por los pastores aborígenes para el aprovechamiento de los pastos invernales y los recursos marinos.

En esta tradición se solapa la aparición de la Virgen de Candelaria, por un lado, y el verdadero carácter de la Bajada, vinculado a una antigua ceremonia de acción de gracias y de solicitud de primicias a la Virgen del Socorro. La necesidad de proteger el entrono físico del camino radica en que constituye su soporte material desde hace siglos, sin el cual no podrían entenderse ni explicarse muchos de los valores históricos y etnográficos asociados a esta festividad religiosa. Las actividades humanas y los procesos urbanísticos que, de forma creciente, se vienen desarrollando en el ámbito cercano suponen una amenaza directa de transformación y presumible desaparición de este camino histórico.



LA HISTORIA
Los inicios

Los primeros esfuerzos para inciar el proceso de declarar al Camino de El Socorro Bien de Interés Cultural partieron de un grupo de ciudadanos de Güímar, ante el peligro inminente que corría el Camino hacia finales de los años 90 del pasado siglo. Este proceso se puede seguir en el artículo:
El Camino del Socorro: Valores etnográficos, culturales y tradicionales.

De ese artículo, escrito por Javier Eloy Campos Torres, una de las personas más implicadas en esta fase del proceso, extraemos el siguiente fragmento:



A principios de los años 70 comenzó la planificación del Polígono Industrial Valle de Güímar, proceso que ha afectado al Camino del Socorro. Sólo destacaremos aquellos aspectos que interfieren directamente con las costumbres de la fiesta.

Las obras de la Segunda Fase del Polígono tocaron en varios puntos al Camino del Socorro, de manera que durante varios años hubo que desviarse de la ruta tradicional. Algunos devotos y personas preocupadas insistieron ante el Ayuntamiento para que se retomara el antiguo trazado o se tomara una determinación satisfactoria que terminara con la política de hechos consumados, por la que el Polígono iba destruyendo poco a poco la vieja ruta. Finalmente, en el año 1989 el desmonte para una vía de penetración del Polígono, cerca del puente sobre la autopista, impidió definitivamente el acceso al Camino. El nuevo recorrido pasaba por la calle del Polígono y más adelante retornaba al Camino por una desviación. Ese fue el primer año en que la Virgen pasó por una vía del Polígono. Aunque sólo fueron alrededor de 100 metros, sirvió para hacerse idea de lo que podía representar la Bajada por una ancha avenida asfaltada. Resultaba frío, los coches se dejaban notar pues se amontonaban a los lados de la calle e interferían a la comitiva, olvidando la vieja costumbre de bajar antes o después de los romeros. Era evidente que la fiesta estaba pasando por momentos críticos. Parecía que los cambios eran ineludibles, e incluso se conocía el trazado del futuro Camino, ajustado a la trama ortogonal del Polígono y con fábricas a ambos lados, aunque eso sí, con ajardinamiento, bancos de cemento, etc.

En 1990 se organizó un colectivo formado por devotos de la Virgen del Socorro y personas interesadas en el conjunto de las tradiciones que forman la identidad cultural de Güímar para solicitar la declaración del Camino del Socorro como Sitio Histórico de Valor Etnográfico. Fue el nacimiento de la Asociación Cultural Patrimonio de Güímar.

En Octubre de 1990 los vecinos de Güímar y pueblos de la Comarca organizaron una manifestación que culminó ante el Ayuntamiento para solicitar que se respetara el Camino del Socorro. Fue una manifestación atípica anunciada con voladores, acompañada de albahaca y a la que acudieron gentes que nunca habían participado en una protesta colectiva, destacando las personas mayores. Los que se hablan encargado de transmitir su cultura al pueblo se sentían responsables de su pervivencia.

En Diciembre de 1990 se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Resolución de la Dirección General de Cultura de la Consejeria de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias por la que se incoaba el Expediente de Declaración del Camino del Socorro como Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico.



La primera Declaración

El Camino fue declarado Bien de Interés Cultural en 2001, según el decreto 186/2001, de 3 de octubre, publicado en el B.O.C.A. 2001/130, del viernes 5 de Octubre de 2001 que decía textualmente:



... a propuesta del Consejero de Educación, Cultura y Deportes y previa deliberación del Gobierno en su reunión del día 3 de octubre de 2001,

D I S P O N G O:

Declarar el Camino de El Socorro, término municipal de Güímar, isla de Tenerife, Bien de Interés Cultural con categoría de sitio histórico, según la delimitación y descripción que figura en el anexo I, así como la ubicación en planos que se contiene en el anexo II de este Decreto.


Dado en Las Palmas de Gran Canaria, a 3 de octubre de 2001.

EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO,

Román Rodríguez Rodríguez.

EL CONSEJERO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTES,

José Miguel Ruano León.



La noticia quedó recogida en este artículo de la web elmalpais.es

La nueva Declaración

Posteriormente, el expediente estuvo sujeto a dos dos recursos contenciosos-administrativos interpuestos contra la declaración que de hecho la anularon y dejaron sin efecto.

A mediados de 2005, la Sección Técnica de la Unidad de Patrimonio Histórico propone incoar de nuevo el expediente. La Resolución del Cabildo de Tenerife que abre esta nueva nueva incoación es de diciembre de 2005 y se publica en el Boletín Oficial de Canarias : http://www.gobcan.es/boc/2006/004/016.html del que citamos dos fragmentos: la Resolución en sí y la Justificación de la Delimitación



R E S U E L V O:

1º) Incoar expediente de declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Sitio Histórico, a favor del Camino del Socorro, sito en el término municipal de Güímar, según la delimitación gráfica y escrita, justificación de la delimitación y descripción que figuran en los anexos I y II que acompañan a esta Resolución.

2º) Continuar la tramitación del expediente, de acuerdo con las normas en vigor.

3º) Significar al Ayuntamiento de Güímar los efectos que conlleva la declaración de interés cultural a favor de un Sitio Histórico, de conformidad con lo establecido en el artº. 20.1.2 y 3 de la Ley 4/1999, de 15 de marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias.

4º) Ordenar la notificación de esta Resolución a la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias a fin de promover su anotación preventiva en el Registro General de Bienes de Interés Cultural y al Ayuntamiento de Güímar, a los efectos oportunos."

Santa Cruz de Tenerife, a 26 de diciembre de 2005.- El Consejero Insular del Área de Cultura, Patrimonio Histórico, Museos y Deportes, Miguel Delgado Díaz.





JUSTIFICACIÓN DE LA DELIMITACIÓN

La delimitación del ámbito de protección propuesto se justifica por la necesidad de preservar un camino o ruta de importante valor histórico, etnográfico y religioso. El Camino del Socorro ha acogido durante siglos la tradicional romería o Bajada de la Virgen de El Socorro desde la Iglesia de San Pedro en el casco histórico de Güímar hasta el caserío de El Socorro, en la playa del mismo nombre.

Entre los justificantes concretos para la delimitación propuesta se señalan los siguientes:

1.- Dichos límites acogen un Camino por el que, desde al menos finales del siglo XVI, transcurría la Bajada de la Virgen hasta la Ermita de El Socorro, vinculada a la aparición milagrosa de la Virgen de Candelaria en las citadas playas. Los orígenes de esta festividad pudieran remontarse a la etapa prehispánica, al constituir el litoral una zona frecuentada por los pastores aborígenes para el aprovechamiento de los pastos invernales y los recursos marinos. En esta tradición se solapa la aparición de la Virgen de Candelaria, por un lado, y el verdadero carácter de la Bajada, vinculado a una antigua ceremonia de acción de gracias y de solicitud de primicias a la Virgen de El Socorro.

2.- La necesidad de proteger el entorno físico del Camino radica en que constituye su soporte material desde hace siglos y sin el cual no podrían entenderse ni explicarse muchos de los valores históricos y etnográficos asociados a esta festividad religiosa.

3.- Las actividades humanas y los procesos urbanísticos, que de forma creciente se vienen desarrollando en el ámbito cercano -en especial, la expansión del Polígono Industrial de Güímar- suponen una amenaza directa para la transformación y presumible desaparición de este camino histórico.

03 octubre 2001

El Camino de El Socorro, declarado Bien de Interés Cultural




3 de octubre 2001.


"El Consejo de Gobierno de Canarias, en su reunión del miércoles, aprobó el decreto por el que se declara el Camino de El Socorro, en el término municipal de Güímar , Bien de Interés Cultural con categoría de sitio histórico."

Con esta noticia, que conocimos la primera semana de octubre de 2001, cumplimos las aspiraciones que nos han hecho trabajar, desde 1991, por la protección de esta ruta, y así cumplimos con nuestra responsabilidad de transmitir a nuestros descendientes una tradición, una seña de identidad fundamental que desde hace 2000 años da un poco más de sentido a las vidas de quienes han habitado y habitan estas tierras del sur de Tenerife.


El DECRETO 186/2001, de 3 de octubre, publicado en el B.O.C.A. 2001/130, del viernes 5 de Octubre de 2001 dice textualmente:


... a propuesta del Consejero de Educación, Cultura y Deportes y previa deliberación del Gobierno en su reunión del día 3 de octubre de 2001,

D I S P O N G O:

Declarar el Camino de El Socorro, término municipal de Güímar, isla de Tenerife, Bien de Interés Cultural con categoría de sitio histórico, según la delimitación y descripción que figura en el anexo I, así como la ubicación en planos que se contiene en el anexo II de este Decreto.


Dado en Las Palmas de Gran Canaria, a 3 de octubre de 2001.

EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO,

Román Rodríguez Rodríguez.

EL CONSEJERO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTES,

José Miguel Ruano León.






Se define como el ámbito de protección del Bien de Interés Cultural propuesto a la línea imaginaria que supone el eje del trazado grafiado en el anexo II, que une el asentamiento denominado "El Socorro", con el casco urbano de Güímar, finalizando en la Iglesia de San Pedro.


Se entiende afectada por la presente delimitación, la banda de terreno definida por una línea paralela situada a 25 m del eje de la vía y a ambos lados de la misma.

El Camino de El Socorro discurre en sentido este-oeste, con una longitud de 4,6 km y una anchura variable comprendida entre los 3,5 m y los 15 m. Se inicia en la confluencia de la calle Calvario con la calle Tonazo y calle Lomo del Molino, atravesando sucesivamente los lugares conocidos como La Asomada, La Planta, Hoya Batista, La Costa; para cruzar la Autopista del Sur (TF-1) y bordear la ladera septentrional de Montaña Grande, hasta alcanzar el caserío de El Socorro.

El primer tramo tiene en la actualidad un marcado carácter urbano, al transcurrir por el núcleo de San Pedro de Abajo, si bien la vía se enmarca por numerosas viviendas con hermosas fachadas y casonas vinculadas a las más pudientes familias güimareras que históricamente fijaron su residencia en ella. En la zona del barrio de Los Majuelos y El Calvario las construcciones tienen un carácter más popular y reciente, destacando la capilla de la Santa Cruz, cubierta por bóveda de medio cañón y rematada por frontón clásico.

A partir de La Asomada el camino se adentra en un paisaje agrario, con numerosos abancalamientos mediante muros de piedra seca, en los que los cultivos tradicionales están siendo sustituidos por cultivos tropicales de exportación. Son numerosas las casas de campo y chalets modernos que se alinean en las inmediaciones del trazado. Alcanzada la Autopista TF-1, sorteada mediante un puente de reciente construcción, el Camino adopta una configuración diferente, al contar con un pavimento de tierra cuyo trazado bordea la base septentrional del cono volcánico de Montaña Grande. La margen derecha del camino muestra un trazado menos alterado, con huellas de antiguos cultivos hoy abandonados, mientras que hacia la margen izquierda se aprecia el progresivo avance de las infraestructuras asociadas al Polígono Industrial de Güímar, que constituye el principal factor de amenaza del Bien objeto de protección.

En algunos tramos del Camino aparecen pequeñas superficies empedradas, cuyo origen es relativamente reciente, coincidiendo con la explotación agrícola intensiva que conoció esta zona en las décadas centrales del sigo XX.


Enlace con el Decreto en el Boletín Oficial de Canarias:




GRACIAS A TODAS LAS PERSONAS QUE HAN HECHO POSIBLE ESTA DECLARACIÓN.



26 julio 2001

La lógica territorial en el trazado del Camino de El Socorro

camino de el socorro


Una de las cuestiones que se plantean en relación con el valor patrimonial del Camino es si, más allá de las prácticas rituales que se desarrollan anualmente a lo largo del mismo (Romería del Socorro, Subida de la Virgen), su propio trazado responde a algún tipo de sentido territorial e histórico. De este modo, se ha llegado a plantear --en ocasiones de forma parcial e interesada-- que el trayecto de la vía ha sido modificado a lo largo del tiempo, de manera que no resultaría grave volver a introducir cambios en el recorrido actual. En las siguientes líneas argumentamos por qué tales afirmaciones carecen de fundamento, y tratamos de sustentar una idea que nos parece fundamental: como en todos los demás aspectos que han suscitado la propuesta de declaración como Bien de Interés Cultural, también el propio itinerario del Camino del Socorro posee una lógica profundamente enraizada en las formas y la historia del territorio. Su trazado, que no ha conocido ninguna transformación significativa, suministra por ende, para las generaciones presentes y venideras, importantes lecciones acerca de la relación establecida entre los seres humanos y el territorio en el marco de la historia del Archipiélago Canario.





1. La lógica de los caminos verticales de la cultura aborigen


Es sabido que la economía y la cultura canaria prehispánica, particularmente en el caso de la isla de Tenerife, se sustentaba en la práctica de la ganadería, complementada con cierta agricultura cerealista y la recolección terrestre y marina. La gestión de la cabaña caprina, con mucho la más importante dentro del capítulo de los animales domesticados, se llevaba a cabo a través de formas de pastoreo trashumante, que optimizaban el potencial forrajero y la capacidad de carga ganadera del territorio. La existencia de un variado conjunto de pisos bioclimáticos, desde el nivel del mar hasta bastante más arriba de los dos mil metros, y su diferenciación fenológica, hizo posible organizar y mejorar, a lo largo del tiempo, el aprovechamiento alternativo de los distintos ecosistemas verticales. Los pastizales anuales que se desarrollan en la costa tras las borrascas del otoño suministraban el grueso de la alimentación invernal. Su agostamiento temprano se complementaba bien con el desplazamiento de los rebaños a los sectores cumbreros y de las Cañadas del Teide, donde el pastizal de leguminosas de montaña (retamares y codesares) constituye un forraje óptimo a finales de la primavera y durante la estación estival. Entre ambos, los pisos termófilos y subhúmedos de la medianía suministrarían también recursos durante los periodos equinocciales.


El sistema viario de cualquier comunidad histórica constituye una verdadera 'radiografía' de sus relaciones con el territorio. No es de extrañar entonces que en el entramado de los caminos guanches tuvieran un marcado protagonismo las vías de carácter vertical; es decir, aquéllas que permitían conectar fácilmente los distintos pisos ecológicos y explotar alternativamente su potencial ganadero. Así lo plasmó L.D. Cuscoy (1968) en su reconstrucción de la red viaria del Tenerife prehispánico. Como se puede observar en la figura 1, existían algunos caminos 'horizontales' o trazados a lo largo de las curvas de nivel, que servían para la conexión intercomarcal: "Camino de comunicación entre los Menceyatos", "Camino que bordea la zona alta de pastoreo", y "Ruta de la Cumbre y de Las Cañadas". Sin embargo, son con gran diferencia los caminos 'verticales', que atraviesan perpendicularmente las curvas de nivel, los que definen el mapa de las primitivas comunicaciones intrainsulares.

camino de el socorro

Puede ser interesante señalar, a los efectos que aquí nos ocupan, que el primer director del Museo Arqueológico de Tenerife basó tal reconstrucción en un profundo conocimiento del territorio insular. La época histórica en que vivió e investigó permitían recoger el legado de rutas pastoriles que aún se encontraban vigentes a mediados del siglo XX. Lo que nos interesa destacar es que, tanto si se trataba de caminos aborígenes como de vías posteriores a la colonización --y lo más probable es que fueran ambas cosas, es decir, caminos guanches reutilizados por la cultura posterior a la Conquista-- se trata de rutas dotadas de una lógica territorial muy marcada, como resultado de una forma de interpretar el espacio insular y utilizar sus recursos.




2. Los ejes agrícolas y comerciales de la sociedad posterior a la Conquista


La colonización europea, aún manteniendo vigentes parte de los aprovechamientos ganaderos trashumantes, se traduce en un protagonismo mucho mayor de la agricultura, enriquecida con nuevos productos, técnicas y prácticas agronómicas. Este enriquecimiento continuará con la aportación de los cultivos americanos, a partir del siglo XVI y hasta nuestros días. El aprovechamiento del diferencial bioclimático del territorio no sólo no desaparece, sino que aumenta a través de la práctica de un conjunto muy variado de usos verticales y múltiples (Aguilera et al., 1994, cap. 4). En este sentido, el suministro de agua, energía, fertilizantes o fuerza de trabajo a los sistemas agrícolas de exportación, implantados en algunos sectores de las costas canarias susceptibles de acoger cultivos termófilos de regadío, se desarrolla también preferentemente a través de conexiones verticales. Hasta comienzos del siglo XIX, los principales asentamientos de población, con pocas excepciones, se implantan y desarrollan en la Medianía. De este modo evitan el peligro de agresiones directas por vía marítima; explotan suelos y ecosistemas más fértiles y húmedos; y organizan desde esta posición estratégica e intermedia la explotación alternativa de todos los ecosistemas comprendidos entre el litoral y la línea de cumbres. Este mecanismo dará origen al sistema de municipios verticales de Tenerife y las demás Islas (salvo las dos más Orientales).


Las conexiones 'horizontales', qué duda cabe, también existen, pero desempeñan un papel secundario en la vida cotidiana insular. El Camino Real que circunda Tenerife (a imitación de algunos viejos caminos guanches, mejorando su firme en algunos casos) avanza lenta y dificultosamente, y no resulta apto en su totalidad para el tránsito de carretas, por la excesiva pendiente o la estrechez de la vía. Sobre sus trazas comienza la ejecución en el siglo XIX de las primeras carreteras comarcales aptas para la circulación de diligencias (y de automóviles, cuando éstos lleguen a Canarias a comienzos del siglo XX). El considerable retraso con que se va construyendo esta vía en el caso de la amplia comarca Sur, mantiene el protagonismo de las vías verticales hasta mediados de la recién culminada centuria: en 1907 la Carretera del Sur llegaba a Fasnia, en los años veinte alcanzará la capital municipal de Arico, y no será hasta los años cincuenta en que conecte los pueblos de San Miguel, Arona y por medio de pistas costeras permita la circunvalación insular vía Icod.


De este modo, el Sur de Tenerife conservó hasta tiempos más recientes un modelo que fue general a toda la organización del sistema insular de comunicaciones: la existencia de un sistema de asentamientos rurales de diversa categoría y tamaño en la Medianía, donde cada uno de ellos contaba indefectiblemente con un núcleo homólogo en la franja litoral. A través de estos enclaves costeros, ya fueran sectores dotados de una mínima infraestructura portuaria, embarcaderos o simples refugios naturales donde se alcanzaba la orilla a través de embarcaciones auxiliares, cada pueblo o pago del Sur intercambiaba sus mercancías con el resto de las comarcas y, en algunos casos, se incorporaba de este modo a la economía-mundo, vía exportación marítima de vino, cochinilla o tomates.


En la figura 2 exponemos un esquema de este tipo de relaciones verticales Medianías-Costa para el caso del Sur de Tenerife, que tenían su correlato en la prolongación de tales ejes hacia la Cumbre para la explotación de los recursos de tal sector. Aunque faltan algunos, están la mayoría y desde luego los más importantes.

Camino de El Socorro

Se debe insistir en que en la Comarca Norte existió un sistema semejante; pero el establecimiento anterior de la carretera comarcal (vinculado a la mayor importancia económica del barlovento tinerfeño) provocó su desvanecimiento más temprano. Recuérdese que en 1900 ya existía una carretera que permitía desplazarse desde Santa Cruz a Garachico, se empezaba a construir un tranvía que permitía acceder rápidamente a La Laguna (luego llegaría a Tacoronte), y a través de una red de pistas bastante transitables se podía alcanzar el núcleo de Buenavista del Norte.




3. El caso de Güímar: el Camino de El Socorro


Después de esta necesaria introducción, estamos en condiciones de entender la lógica del trazado de la vía que se propone para su declaración como Bien de Interés Cultural. Como ya se señaló, existen caminos verticales desde el periodo aborigen, que presentan continuidad histórica y que, en el Sur de Tenerife, resultan funcionales como ejes articuladores del territorio hasta tiempos bien recientes. Si ampliamos ahora la escala de análisis, es fácil darse cuenta de que tales caminos se disponen, cuando el territorio lo permite, de la manera más eficiente posible: esto es, ahorrando trechos innecesarios, pero evitando a la vez y en lo posible atravesar el cauce de barrancos; y procurando mantener pendientes moderadas, que si no superaban el 15 por ciento harían posible el tránsito de carros tirados por mulas. Por ello es frecuente que su trazado se produzca a lo largo de algún interfluvio, que desciende verticalmente desde el núcleo medianero a la costa.


Si el territorio se corresponde a una plataforma costera relativamente tendida, como es el caso del tramo bajo del Valle de Güímar, entonces los caminos pueden discurrir de forma casi rectilínea, pues la pendiente no exige trazar curvas amplias (caso de los caminos 'de las Vueltas', que es un topónimo bien frecuente en otros sectores del territorio de topografía más abrupta). Pero en el caso concreto del casco urbano de Güímar, descendiendo en línea recta hacia la costa, nos encontramos con un accidente geomorfológico de importancia: la Montaña Grande, del Socorro o de Archaco (como era conocida hasta el siglo XIX, según J. Bethencourt Alfonso). Si la plaza de San Pedro se alza a 287 metros sobre el nivel del mar, después de haber bajado casi doscientos metros encontramos este cono volcánico cuya cima se vuelve a elevar hasta los 276 m. de cota, lo que, obviamente, imposibilita mantener el rumbo hacia el litoral.

camino de el socorro

No resulta aventurado suponer que, de no haberse producido hace unos diez mil años la erupción volcánica que levantó esta montaña de piroclastos y dio lugar a la formación del Malpaís con sus coladas, el camino que muchos siglos después construyeron los pobladores del territorio hubiera proseguido su trazo recto en busca de algún entrante abrigado de la costa. En la figura 3 [ó 4, si incluyo la sección indicada más arriba] se representa la forma concreta como se resolvió este asunto: dos son las vías principales que descienden desde Güímar hacia el litoral. La primera parte del asentamiento europeo originario (el ingenio azucarero) en Güímar de Arriba o San Juan y alcanza el Puertito de Güímar, que se sitúa precisamente en el extremo sur del Malpaís, al abrigo del saliente que forman sus lavas dispuestas en abanico. La segunda, algo más al norte, parte de la iglesia de San Pedro, conformando el eje que consolida el crecimiento histórico de Güímar: San Pedro Arriba - San Pedro Abajo, y su prolongación hacia arriba (el Monte) y hacia abajo (El Socorro). Como se observa con claridad, ambos caminos descienden por sendos interfluvios, buscando la vía más recta hacia la costa; y cuando se tropiezan con la elevación de la Montaña, efectúan un giro que rodea a ésta y sus coladas, en un caso por su flanco norte y en otro por el sur.


Si nos fijamos en el caso que aquí más nos interesa, a partir de la base de la Montaña el Camino del Socorro discurre de forma tangencial al borde de la lava escoriácea, evitando atravesarla directamente. No es difícil entender por qué: ya fuera un primitivo camino de trashumancia aborigen (cosa bastante probable), o una vía construida como muy tarde en el siglo XVI para conectar el lugar donde apareció la Virgen de Candelaria con la vecindad de Güímar ), lo cierto es que en las condiciones técnicas de la época, en ausencia de maquinaria y explosivos, resultaba mucho más costoso y absurdo fracturar la lava volcánica (Àa golpe de pico, barra y marrón?), y mucho más eficiente trazarlo por los materiales pumíticos (toscas) que circundan los basaltos recientes del Malpaís. De forma inteligente, el Camino elude lo más fragoso de las coladas, viniendo a marcar en la práctica el límite físico de la unidad de paisaje del Malpaís de Güímar.


La capacidad de atracción de esta vía dirigió el crecimiento urbano de esta localidad, prolongando el asentamiento de San Pedro Abajo hacia La Asomada y configurándose como el principal eje director del poblamiento, hasta la construcción de la Carretera Comarcal del Sur a finales del siglo XIX. Es posible que el ancho de la vía, variable a lo largo del trayecto, hubiera podido conocer alguna modificación puntual por ampliación de alguna finca o inmueble particular colindante. Pero no existe ninguna razón firme para suponer que se produjeron cambios sustanciales en la lógica de este trazado, ni existen evidencias históricas o documentales que permitan sustentar tal hipótesis.




Fuentes:

AGUILERA, F. et al. (1994): Canarias. Economía, Ecología y Medio Ambiente. En especial el capítulo 4: "La actualidad del enfoque campesino tradicional en la gestión del medio natural", pp. 221-263. Francisco Lemus Editor, La Laguna.

ASOCIACIÓN CULTURAL PATRIMONIO DE GÜÍMAR (1993): Naturaleza, Historia y Tradición en El Socorro de Güímar. Editorial Benchomo, Las Palmas de Gran Canaria - Santa Cruz de Tenerife.

DIEGO CUSCOY, L. (1968): Los Guanches. Vida y cultura del primitivo habitante de Tenerife. Publicaciones del Museo Arqueológico, Santa Cruz de Tenerife.

VARIOS AUTORES (1996): Guía de los Recursos Patrimoniales del Sureste de Tenerife (Arafo, Arico, Candelaria, Fasnia, Güímar). Asociación Cultural del Sureste de Tenerife, Güímar.

15 julio 2001

Testimonios



El Camino de El Socorro y su trazado.

El Socorro. Julio 2001


-Tu nombre
Mi nombre es Dácil Acosta Afonso

-¿La edad?
67 años, cumplo ahora 68 en septiembre.

-¿Cuántos años lleva bajando con la Virgen?
Yo creo que desde que tenía tres años, aproximadamente, porque bajaba en una bestia, en una cesta metida, mi hermana y yo y en el otro lado bajaban, pues papas arrugadas, los calderos que venían con todo hacían contrapeso con nosotras. Toda la vida, se puede decir que bajábamos.

-¿Pero ese era el camino, no de la Bajada sino para bajar a veranear al Socorro?
Era antes el único camino que había, pasaba por la Asomada y seguía hacia abajo y pasábamos, por donde toda la vida, o sea por donde yo he bajado todos los años ha sido por ese camino, por el camino que hay hoy día.

-¿Y alguna vez bajaban por el camino de Chinguaro?
Con la procesión no. No, con la Virgen no. Podía bajarse si tú querías venir al Socorro, normalmente, pero la procesión nunca jamás, que yo recuerde nunca jamás ha bajado por un otro camino sin ser este. Porque para bajar al Socorro solamente había dos caminos: este, que está hoy día y el camino que bajaba por Chinguaro, pero ese normalmente era para bajar si tú querías porque se acortaba un poco de camino pero con la Virgen nunca. Yo toda la vida he bajado por ese camino.

-¿Y la subida de la Virgen, lo mismo?
La subida de la Virgen lo mismo. Yo empecé a subir con la Virgen hace como cuarenta años, siempre he subido por el mismo camino. Subía poca gente en aquel tiempo con la Virgen pero luego ya eso se ha ido incrementando y ahora está subiendo mucha gente más, pero siempre por el mismo camino.

-¿El camino se ha modificado alguna vez?
La única modificación es cuando se hizo la autopista ¿no? O sea, cuando bajamos por el puente de la autopista que se coge ya el trozo de camino. Cuando se urbanizó eso ahí, por el camino, se quitó un poquito pero luego donde se pone el pabellón ya empezó otra vez a coger tierra, por lo demás siempre ha sido por el mismo sitio. Jamás y nunca se ha modificado eso.

-La entrada del Camino del Socorro se modificó cuando la langosta...
Bueno, cuando las langostas en el año 58, que fue cuando vinieron... la plaga grande de langosta. Se modificó un poquito hacia arriba, nada más, porque ahí se hizo un campo de aviación, el campo se hizo hasta aquí mismo, que habían dos casas, que las dos casas, que las dos casas las quitaron para hacer el campo de aviación. Y era desde aquí desde el Socorro hasta cuando ya llegas ahí, que antiguamente decían, dice que cuando llegaba a lo último de arriba había una cosa muy curiosa y es que la gente toda chillaba unas cosas que se llamaban los jijís, decían jijijijíiii, empezaban a gritar cuando llegaban ahí, pero eso es una cosa muy antigua.

-¿Cuando venían en la Bajada?
Cuando bajaban. Porque se veía de ahí ya El Socorro.

-¿Y ese tramo se ensanchó?
Ese tramo se ensanchó debido a que se hizo el campo de aviación.

-¿Tú recuerdas cómo era antes del campo de aviación?
Bueno, igual, estrecho.

-¿Igual que el camino que viene de arriba?
Igual.

-¿Lo que se ensanchó fue a cada lado?
Fue a cada lado, y quitar las dos casas que había, por encima del quiosco había dos casas, eran de Señor Ramón y de Pepe Delgado, y luego, no me acuerdo quién le hizo el cambio, no sé si fue el Ayuntamiento o qué que le hicieron dos casitas aquí a la entrada. Que las tienen ellos hoy día porque les quitaron aquellas para hacer el campo de aviación, que se hizo en una noche. Yo recuerdo perfectamente cuando se hizo, porque estuve haciendo bocadillos, para la gente que estaba trabajando, estuvimos toda la noche, y llevándoles café... en el año 58, que fue cuando vinieron las langostas

-¿Desde los años 70, por ahí, se bajaba el agua al Socorro , para la gente, por atarjeas que iban a los lados del Camino?
Sí, porque se regaban muchas fincas que había, porque se sembraban tomates, tomates tempranos, y entonces bajaba agua, pero para beber, normalmente... Sí porque había unos aljibes grandes en una casa que tenía Don Pedro Pérez, tenía dos casas y ahí se llenaba y muchas veces se iba a buscar agua.

-¿Y el agua venía por las atarjeas?

Por las atarjeas, sí.

-¿Y las atarjeas siempre fueron por al lado del Camino?

Por al lado del Camino, sí. Siempre, siempre.
Bajando a la izquierda del Camino. Después se cogía agua de la lluvia para el aljibe y luego ya, como ya llovía poco y la gente ya se fue modernizando venían cubas y te llenaban el aljibe, pero normalmente se cogía agua de ahí y de La Molineta, que era la finca que tenía Pedro Modesto, que es donde está hoy día el Polígono.

-Y Pedro Modesto, en lo que es la bajada del Camino ¿recuerdas que tuviera fincas alguna vez él o su familia?
No, Pedro Modesto no. Tenía Don Pedro Pérez, que era de Edelmira Pérez hacia la derecha, donde estuvieron unos invernaderos.

-Pero ¿ahí hubo invernaderos?

Bueno no, un poco con plástico, no era invernaderos como se hace hoy en día sino como con plástico tapados, porque sembró gerberas.

-¿Y cuando hicieron esa finca modificaron el Camino?

Yo creo que no, yo eso no lo recuerdo pero creo que no. No porque lo ves claro porque está la pared y pegado a la pared está el muro que empezó a edificar...

-¿Esa es de las fincas más recientes que hay en esa zona?

Sí, porque después a la izquierda bajando pues eran trozos, trozos nada más, que era ... pues Peregrina Díaz tenía una muy grande que se la vendió al Estado, que es la finca esa del Estado.

-¿Eso es por encima de la Montaña?
Por encima de la Montaña pero Pedro Modesto por ahí no tenía nada. No.

-Y en el tramo desde la Montaña hasta el Socorro, los propietarios ¿eran muchos pequeños propietarios?
Sí, sí. Pancho Ciriaco, después este...no me acuerdo ahora cómo se llama. Pero todos eran pequeños propietarios, trozos nada más, trozos. No eran grandes fincas, ninguno tenía grandes fincas. Pedro Modesto por ese tramo no tenía fincas.

-¿Tú te acuerdas los últimos que cultivaron hasta qué época fue?

No. No me acuerdo. Pero lo tiene que saber la familia de Pedro Alberto porque su madre y todas sus tías sembraban, ahí mismo, sembraban, porque me acuerdo que nosotras subíamos a veces y veíamos bubangos que sembraban ellas entre medio de los tomateros y del millo y siempre nos regalaban unas piñas y unos bubangos, nos regalaba ella. Solamente sembraban eso: bubangos, piñas, millo y batateras y tomates, sobre todo tomates.

-Y ¿hay algunos tramos del Camino que están empedrados, queda un poco de empedrado. ¿Tú recuerdas antes de ese empedrado?
No. Yo siempre lo recuerdo como está.

-El ancho del Camino ¿tú lo recuerdas siempre igual? ¿O era más estrecho?

No, no no. El ancho era igual.

-Tú recuerdas tu madre o tu abuela que te contaran algo relacionado con el Camino o con la Bajada?
No, no no. No porque antes era muy distinta la Fiesta que ahora, bajaba menos gente porque ahora la gente se ha disparado. Yo siempre con quien bajaba era con Mariquita y con Domitila. Ellas es que bajaban... Bueno desde 1900 recuerdo yo de oirle decir a Mariquita que bajaba ella, o antes de 1900 que bajaba ella con la Virgen .





El Socorro. Julio 2001


-Tu nombre
Angelina González Leandro.

-¿La edad?
Setenta y siete.

-Desde Güímar al Socorro había básicamente dos Caminos, el de Chinguaro y el del Socorro...

Sí, pero este sirve solamente para la Romería y el otro es cuando la Virgen la llevaban a Chinguaro.

-¿Tú recuerdas alguna vez que la Virgen bajara por el Camino de Chinguaro hasta el Socorro?
No, no. Una vez sí con romería sí anduvo todo, pero... no sé por qué, por el año Mariano. Pero la Virgen siempre ha bajado por nuestro Camino.

-¿Y la Bajada siempre la recuerdas ...?

Siempre, siempre, y mira que la edad que tengo pues sí.

-¿Y desde qué edad estás bajando con la Virgen?
Pues yo, menos cinco años que estuve en Caracas, seis años y después nueve años no bajé y ya no puedo bajar porque me duelen la piernas, pero no obstante eso, la enfermedad y la muerte de mi esposo siempre he bajado.

-¿Y tú recuerdas que te contaran a tí tu madre, tu abuela, gente más mayor cuando eras pequeña, cosas de la Bjaada?
Sí, la fiesta no se hacía en septiembre, se hacía en diciembre , pero debido a los malos tiempos y a que llovía mucho se empezó a bajar el 7 de septiembre...

-¿Recuerdas, el Camino alguna modificación que tuviera, sobre todo desde la Montaña a aquí?
De la Montaña a aquí es por el mismo sitio que ha bajado siempre. Por la Montaña, después la bajada aquella mala que había, después volver a subir...

-¿Y tú te acuerdas que alguna vez alguna finca, por alguna cosa de lindes...?

No, no no no. Ahora es cuando ha cambiado todo después del Polígono y estas boberías que ha hecho, pero ante no, antes era por toda la Montaña, después la bajada aquella mala que era cerca de Rey y después volvía a venir...

-¿Y por ejemplo alguna finca más reciente como la de Edelmira Campos?
Nada nada, solamente tenía una casa, la casa que tenia, después tenía un aljibe, después se sentaba la gente encima del aljibe, pero no afectó para nada. La pared estaba hecha y la gente bajaba por la pared, por la calle pero por su pared bien hecha.

-¿La pared vino fuera del Camino siempre?

Sí, sí, siempre. La Cardonera se llamaba, porque ahí llamaba la gente La Cardonera. De Pedro Pérez, y la de Luis el Rey estaba detrás. Un poquito más atrás de La Cardonera.

-¿Y el campo de aviación, sí? ¿Eso lo recuerdas?

Eso fue para los cigarrones. Ensanchar y botar la casa de Señor Ramón. Ahí había una casa de Señor Ramón y la botaron y hicieron aquel trozo. La de Señor Ramón estaba donde hicieron aquel campo de aviación para que las avionetas pararan para ...

-¿Eso no fue más que ese tramo?
Eso no fue más que el mismo ancho que tenía pues harían más...

-¿Y tú recuerdas todo ese trozo de las Montaña aquí, todo eran huertas?

Sí, huertas. Tomateros, porque Eliseo Gómez al salir arriba era la finca de Eliseo Gómez. Cuando tú coges el campo de aviación que tú dices y llegas arriba era lo de Eliseo Gómez, allí no había más que tomateros, tomateros, tomateros.

-¿Y todas las fincas que había desde la Montaña hasta aquí, había muchos propietarios?
No, había muchos. Yo conozco la de Edelmira Pérez , Pedro Pérez, estaba ese del Rey, estaban los Eliseos esos , que eran cuatro hermanos y estaba mi tío Anselmo, ahí en las casas nuevas esas que mandaron a parar, había un trozo grande de mi tío Anselmo, de la madre... la viuda de Estévez... mi tío Francisco y toda esa gente, Manolo y todos ellos...

-¿O sea que eran pequeños propietarios todos, no había fincas grandes?

No, pequeños propietarios que plantaban aquí tomate ....

-¿Tú te acuerdas que Pedro Modesto tuviera alguna finca en ese tramo?

De Pedro Modesto no me acuerdo nunca sino de La Molineta, pero a este lado.

...

-¿Y tú recuerdas que el agua del Socoro la trajeran por las atarjeas del Camino?
Para traerlas por las atarjeas no recuerdo. Depositar mil pesetas equis años para poner el agua a presión sí, porque las deposité yo y estuvo diez o quince años depositadas y a las tantas la pusieron. Pero aquí los aljibes estaban a tope ¿sabes de qué? De lo que llovía. De cubas pero aquí de lo que llovía porque nosotros teníamos la casa donde está hoy Chicha ahí, que era de mi abuelo, la de Chicha era de mi tía y la que los Monje tienen era de mi abuelo. Y estaba la aljibe llenita y todo eran filtros y toda bien preparada y las tuberías bien preparadas y en el verano se venía a limpiar las azoteas y todas las aljibes estaban llenas de lo que llovía. Y después no, después ya venía Miguel por allí y dos bidones y se surtía todo el Socorro.

-¿Y no te acuerdas de traer agua por las atarjeas del Camino?

No, de eso nunca me acuerdo. Se traería, pero como eran atarjeas abiertas y de ratones y todo...

-¿Tú te acuerdas que había atarjeas por todo el Camino?

Sí, sí. Tanto así que al final de arriba Eliseo tenía los tomateros y había una atarjea grandísima que regaba los tomateros a chorro.

21 abril 2001

El Malpaís y su relación con la Bajada al Socorro. Un testimonio fotográfico



José Mesa Acosta

Fotógrafo, miembro fundador de la Asociación Cultural Patrimonio de Güímar


MALPAIS DE GÜÍMAR Y CAMINO DEL SOCORRO: PAISAJE Y TRADICIÓN.


CAMINO Y ABORÍGENES.


Hace unos años tuve la suerte de asistir a una conferencia de Mari Cruz Jiménez, arqueóloga, profesora de la Universidad de La Laguna y güimarera. Fue con motivo de la presentación del libro El Socorro y siempre recordaré lo que nos contó en aquella breve charla: propuso la teoría, de casi imposible confirmación, de que la Bajada al Socorro quizá, además de ser un hecho fundamental para los católicos de este Valle y otras muchas zonas de la Isla, fuera, antes de la aparición de la Virgen del Socorro, una costumbre ya observada por los guanches del Menceyato de Güímar. Algunos datos etnográficos apuntan a ello: celebración de comidas comunales, bajada hasta el mar llevando ramas y vegetación (costumbre ésta suprimida en tiempos relativamente recientes), antigüedad de la Romería del Socorro, que sin fecha cierta puede considerarse quizá la más antigua de Canarias, etc.


Otras personas piensan que no es así, ya que las celebraciones comunales aborígenes, los beñesmenes, tenían como motivo la recolección, y se celebraban en verano, mientras que la Aparición de la Virgen en Chimisay debió ocurrir en los meses de invierno. En esa época era cuando se llevaba el ganado a la costa, y según la tradición le Virgen fue encontrada por dos pastores guanches que pasaban con sus cabras por las cercanías de la playa de Chimisay.


En lo que sí no hay dudas es en la importancia del Camino como vía ritual desde el siglo XVI, con datos históricos que lo ratifican. Antes de esas fechas también podemos hablar de la importancia del Camino como vía de conexión cumbre-costa, un elemento que encontramos en todos los núcleos de población de la isla, y su uso como camino de trashumancia.


CAMINO Y DESARROLLO URBANO. TRAZADO.


El Camino de El Socorro es uno de los dos ejes de crecimiento del núcleo urbano de Güímar desde la época de la Conquista, siendo el otro primero algún camino paralelo a la costa donde después se definió el Camino Real y más recientemente, en el siglo XX, la Carretera General del Sur, con la misma dirección que el Camino Real y prácticamente paralela a éste, muy cerca de él.


El Camino, desde sus inicios, se trazó en línea prácticamente recta desde la zona de la Plaza de San Pedro hasta llegar a l principal obstáculo en la parte baja del Valle: la Montaña de Archaco o del Socorro. Ahí, tras tres kilómetros de recorrido, tiene su primer cambio importante de dirección y bordea el cono volcánico para después ir haciendo lo mismo con las coladas del Malpaís, discurriendo en ese tramo casi en paralelo al Barranquillo de Chinguaro, ya que éste es asímismo un límite de las coladas. Así, el Camino de El Socorro, desde su encuentro con Archaco, hace de límite natural y lógico de la unidad Malpaís.


CAMINO Y PAISAJE DEL MALPAÍS: FOTOGRAFÍAS 1991-1999.


Ahora que unas personas nacidas en Güímar quieren modificar brusca y seriamente, por primera vez en cientos de años, el entorno de este Camino del Socorro y el Camino en sí mismo, intento imaginar qué pensarían de esto sus antepasados del siglo XIX, del siglo XVIII, del siglo XVII, del siglo XVI, del siglo XV, del siglo XIV, y más atrás aún, que a lo largo del tiempo, de tanto tiempo, mantuvieron casi sin transformar el paisaje del Malpaís que rodea al Camino y el mismo trazado de éste.


Sin más, esta sección de www.elmalpais.com quiere presentar el testimonio fotográfico de cómo la tradición se une al paisaje en una misma seña de identidad, mantenida siempre diferente pero siempre igual. Ese es el significado de PATRIMONIO: lo que se hereda de nuestros padres y que a su vez traspasamos a nuestros hijos en las mejores condiciones posibles.


Estas imágenes seguramente no necesitan más textos ni explicaciones, sólo indicar que las fotografías corresponden a la década de los 90: 1991, 1994 y 1999.

La última imagen es una composición fotográfica donde se plantea cómo sería esta misma Bajada al Socorro si los proyectos urbanísticos municipales hubieran seguido adelante.










fotografías y montaje: José Mesa CC: 1991-2001.


LA BAJADA AL SOCORRO EN 1991: Catorce Imágenes.


Hace ya casi diez años hice esta serie de fotografías de la Bajada al Socorro. En ese momento no pensaba que esta zona de nuestra tierra fuera a verse bajo esta amenaza. Las fotos fueron sencillamente un testimonio del momento, pero viéndolas ahora me resulta sorprendente cómo a través de ellas se desarrolla por sí solo un discurso que habla de la importancia fundamental para este hecho etnográfico y cultural del Paisaje por donde discurre el Camino.


Recientemente (abril 2001) Octavio Rodríguez Delgado, una de las personas que a comienzos de los años 90 trabajó por la Declaración del Camino como Bien de Interés Cultural, nos explicó que la incoación de BIC no sólo debe proteger el trazado original del Camino sino que su sentido último es preservar la celebración de la Bajada como rememoración de un hecho histórico: la Aparición de la Virgen y los siglos de peregrinación a Chimisay, y que esa rememoración se desarrolle en un entorno lo más parecido posible al original.


¿De qué sirve un Camino encajonado entre traseras o fachadas de edificios industriales, de oficinas, almacenes, tendidos eléctricos, farolas, ajardinamientos exóticos?


A lo largo de las catorce imágenes siguientes se sigue la Bajada, el 7 de septiembre de 1991, desde el punto donde el Camino deja el asfalto, bordeando el Malpaís, hasta el caserío de El Socorro, siguiendo con imágenes del día 8 de septiembre, desde la procesión de la mañana por la Avenida de El Socorro hasta la Subida de la Virgen esa tarde hasta llegar al tramo recto del Camino, después del actual puente sobre la autopista TF1.



Bajada al Socorro 1991

11 marzo 2001

LAS TRADICIONES DE EL SOCORRO

Aspectos, Costumbres y Modos de Vida Tradicionales, relacionados con el desarrollo de la Fiesta.

Javier Eloy Campos Torres. Asociación Cultural Patrimonio de Güímar. 1993. (extractos, con autorización del autor)

  • INTRODUCCIÓN

  • EL PAISAJE, EL MEDIO NATURAL: El Camino de El Socorro

  • REFLEXION


Extraído del libro Naturaleza, Historia y Tradición en El Socorro de Güímar. Asociación Cultural Patrimonio de Güímar. Editorial Benchomo, 1993.


INTRODUCCIÓN

"Bajé con Ella y subí con Ella y anduve por donde anduvo Ella...”
Blasina Leandro Pérez


En la fiesta de El Socorro de Güímar encontramos, junto a un hecho religioso de indudable importancia y determinante del carácter de la celebración, una serie de aspectos y costumbres tradicionales capaces de dotarla de una atmósfera especial. Estas características, que cada año recrean un ambiente singular, han sufrido una evolución durante el largo periodo de gestación de la fiesta. Hasta hace aproximadamente un siglo la celebración fue teniendo una serie de cambios importantes (sucesivos cambios de fecha, traslado de lugar permanente de la imagen, incorporación de elementos importantes como La Ceremonia, etc.). En este proceso de depuración desaparecieron algunos elementos pero otros se fueron fijando, son los que hoy consideramos definitorios y consustanciales a la fiesta.


Para el análisis de la fiesta estudiaremos las características exteriores, los elementos que podemos llamar formales, sin olvidar que están motivados por unos contenidos internos conceptuales.


A pesar de los cambios operados ,el motivo por el que se realizaba la celebración, (veneración de la imagen y conmemoración de su aparición), ha permanecido inalterado. Podemos decir que la fiesta ha ido variando hasta tomar su aspecto definitivo pero el concepto y significado de la misma se ha mantenido sirviendo de eje en los diferentes periodos.


Para comprender mejor la importancia del concepto de la fiesta podemos comparar El Socorro con otras celebraciones, como por ejemplo las "romerías" potenciadas por el desarrollo turístico de los años 50 y 60, en las que el primitivo concepto, el motivo por el que la fiesta se celebra (invocación de laprotecci;n de un santo, acción de gracias por un favor recibido, conmemoración de un suceso notable para la colectividad, etc) ha sido sustancialmente modificado. En el caso de estas romerías el motivo actual puede ser la muestra y potenciación de los aspectos que se consideran tradicionales dirigidos probablemente a un público foráneo. En ellas es muy importante conservar una determinada imagen que se cuida hasta en los menores detalles (puede existir la prohibición de usar relojes de pulsera, calzado deportivo, etc.), sin percatarse que el sentido original de la fiesta tradicional que se quiere reproducir ha sido profundamente modificado.

Los aspectos tradicionales de El Socorro son profundos y pueden pasar desapercibidos para un observador superficial. Los participantes en la fiesta del Socorro no tienen que "vestirse de mago". No es necesario adoptar ningún papel pues el sentido de la fiesta se conserva y mantiene su vigencia en el presente. Los actuales protagonistas participan de una forma similar a como lo hacían sus abuelos, por eso no es necesario intentar disfrazarse como aquellos para evocar una determinada atmósfera tradicional.


Es posible que ese carácter “auténtico”, si se nos permite la expresión, sea el responsable del gran atractivo de El Socorro para los güimareros y para toda la Comarca del Valle de Güímar. En los momentos en que se escriben estas líneas la fiesta de El Socorro puede considerarse una de las pocas ocasiones en las que los habitantes del municipio manifiestan su identidad de güimareros, con orgullo tal, que a un visitante le puede parecer cercano al fanatismo. Paradójicamente en circunstancias normales, fuera del tiempo de la fiesta, es constatable una falta de interés por los asuntos relativos al pueblo y una pérdida de las señas de identidad comunes. Se suelen citar como causas de esta apatía e incluso rechazo del propio pueblo la paulatina pérdida de importancia del municipio dentro de la Comarca y el aumento de los problemas de convivencia ciudadana.


Con el tiempo la fiesta se ha ido convirtiendo en el símbolo más representativo de la comunidad, cada uno de sus elementos, la música, el paisaje, la Imagen de la Virgen, son en la actualidad las señas de identidad aceptadas unánimemente por el pueblo.


No sólo el concepto es peculiar y determinante en El Socorro, formalmente encontramos singularidades que se ponen en evidencia cuando la comparamos con una fiesta que participa de los mismos orígenes religiosos y se desarrolla en el mismo marco geográfico. Nos referimos a Candelaria, una celebracion similar basada en el mismo hecho histórico-religioso, la conmemoración de la aparición de la Virgen de Candelaria. Ambas se originaron en los primeros momentos de la colonización como pegrinaciones hacia los santuarios marianos en la costa del Valle de Güímar. Es decir, las dos se apoyan básicamente en el mismo concepto. Al analizarlas lo primero que nos llama la atención es que en sitios tan cercanos se lleven a cabo dos fiestas, que podemos llamar paralelas, y cuyo motivo central es en definitiva el mismo. Probablemente la única razón de peso para que exista una celebración a la Virgen de Candelaria a escasos kilómetros del santuario principal es que esta fiesta tiene lugar en el escenario original de la aparición. Esa es la principal singularidad de El Socorro y su fiesta frente a Candelaria, la de conmemorar unos hechos en el lugar donde acontecieron. Singularidad que probablemente movió a los güimareros a la fundación de la Ermita del Socorro diferenciada de la cercana Cueva de San Blas. La dualidad que se generó entonces dio lugar en ocasiones a malos entendidos e incluso litigios entre los párrocos de San Pedro y los responsables del culto a la Virgen de Candelaria. Las causas de las desavenencias fueron diversas (se especificarán más adelante), pero en general, desde Candelaria se elevaronquejas acerca de los reiterados intentos de los de Güímar por atraerse a los devotos del Real Santuario. En un plano más popular, podemos constatar que, aún hoy en día, cuando preguntamos a distintos grupos de población de Güímar su opinión sobre el origen de ambas Vírgenes, no suelen darnos una explicación coherente. Generalmente se muestran confundidos y procuran no buscar argumentos que atestigüen la autenticidad de una pues los mismos pueden ir en detrimento de la otra (ambas son muy veneradas).

También hay excepciones, como es el caso de doña Blasina Leandro Pérez, de 86 años, vecina del barrio de San Juan y una de nuestras informantes más valiosas, porque como ella misma nos ha comentado, está bajando a El Socorro desde la edad de 4 años, época en que la llevaba su abuela. Blasina, aunque no dispone de datos históricos, resuelve el problema de la existencia de dos imágenes de una forma bastante airosa. Nos lo explica así:


“...decían siempre que la Virgen de Candelaria apareció y se la llevaron los candelarieros, ¿sabes?, y después hicieron y pusieron a la Virgen del Socorro, para tener también a la Virgen del Socorro allí, pero la Virgen es la misma...”


De un origen común las dos fiestas han seguido procesos diferentes, de ahí sus profundas diferencias formales. Algunas veces los cambios de una de ellas han repercutido sobre la otra. La pérdida de la imagen original de La Candelaria durante el aluvión de 1826 influyó en El Socorro decisivamente. A raiz de este hecho la fiesta sufrió algunas de las modificaciones más importantes en su desarrollo y aspecto actual. Artífice de las mejoras y verdadero promotor de la fiesta fue el Dr. D. Agustín Díaz Núñez. El consiguió operar el cambio definitivo, salvo situaciones excepcionales, en la fecha de la celebración. Aprovechó para ello el decaimiento de la fiesta de la Natividad de la Virgen, una de las cuatro antiguas fiestas antiguas del santuario de Candelaria, y el incendio de la Ermita de las Mercedes de Abona, ambas celebradas el 8 de Septiembre. Al situar la fiesta en fecha tan favorable se consiguió un periodo de apogeo, durante el cual se atrajo a El Socorro muchos de los romeros que acostumbraban ir a Candelaria o a Las Mercedes de Abona. Podemos decir que el Dr. D.Agustín Díaz Núñez terminó de dar forma definitiva y auge a la fiesta. Esa labor tuvo sus detractores en los párrocos y mayordomos de Candelaria que en más de una ocasión alegaron ante la autoridad eclesistica que los güimareros querían atraerse a los devotos de su imagen. El propio cambio de fecha fue un motivo para ello. Otro de estos episodios tuvo lugar cuando se decidió imprimir unas estampas alusivas a la Virgen del Socorro, se recogía en ellas el momento de producirse el milagro que danombre a la advocación, para ello se reprodujo la perdida imagen aparecida a los guanches, sostenida por el mencey de Güímar ysus sigoñes.

...

Lo que más nos llama la atención en todo el litigio suscitado es que la causa del mismo fuera que aparecieron guanches en las estampas. Tanto el cura de Candelaria como el de Güímar debían intuir que una parte de la popularidad de las imágenes de sus respectivas iglesias procedía de su relación con los antiguos habitantes de la isla, figuras atractivas a los ojos del pueblo que veía en ellos a unos antepasados ciertos o míticos. En la actualidad la relación de ambas Vírgenes con el pueblo aborigen se continúa con la existencia de las Cofradías de los Guanches.


La pervivencia del paisaje, hasta hace relativamente poco tiempo en El Socorro, ha permitido que la presencia de los guanches (es decir, de integrantes de la Cofradía de los Guanches) no resulte demasiado anacrónica durante la fiesta. Algo que en Candelaria resuta quizá forzado debido a la fuerte urbanización del espacio. La causa de esta modificación del paisaje y en general la causa de la evolución de la fiesta de Candelaria es, probablemente, su carácter insular y oficial, un condicionante que le ha ido confiriendo un aspecto más urbano, más civilizado que el que presenta la fiesta de El Socorro. En El Socorro, por el contrario, los aspectos oficiales han influido muy poco en la fiesta. Desde los primeros momentos ésta fue llevada a cabo de una forma popular casi espontánea. Aún hoy en día la intervención oficial, por ejemplo del Ayuntamiento, es mínima.


Los aspectos tradicionales de El Socorro se conservan o se han conservado vivos hasta estos momentos porque no son arbitrarios, cumplen un papel importante en la fiesta. A veces la razón determinante está relacionada con el programa religioso que se ha de seguir, en otras ocasiones surgen para dar vistosidad pero algunas de las costumbres ms interesantes son más prosaicas y aparecieron para satisfacer las necesidades que plantea una fiesta alejada del núcleo de población y en un medio ambiente ciertamente difícil, muy ventoso, extremadamente seco, etc. Como todas estas características no se encuentran en estado puro hemos realizado una clasificación de las tradiciones atendiendo a sus elementos primordiales. El resultado es un análisis, que pretendemos sistemático, pero que puede no dar una idea clara de la fiesta a quien no la conozca, pues en él ésta aparece diseccionada en partes sin formar un todo. La posible desconexión entre los diferentes aspectos se supera con la lectura del capítulo “Ritual y Simbolismo en la Fiesta de El Socorro” de Pilar Fariña Rodríguez, en este mismo volumen. Los contenidos que pasaremos a exponer quedan articulados en seis grupos:


El agua.

El paisaje. El medio natural.

El elemento vegetal.

La organización de la fiesta.

El teatro. Los rituales.

La música.



EL PAISAJE. EL MEDIO NATURAL


En una fiesta que, como argumentábamos en la introducción, se desarrolla en el escenario natural donde ocurrieron los hechos que conmemora, los sucesivos paisajes que la arropan son fundamentales. Pasemos a estudiarlos siguiendo la cronologia y trayectoria que se sigue durante la fiesta. Comenzaremos por tanto por el Camino del Socorro, marco del primer y más multitudinario acto, la Bajada.


El Camino del Socorro


El pueblo de Güímar se desarrolló en un primer momento en la zona alta, en el barrio de San Juan o Güímar de Arriba. Posteriormente comenzó a formarse el núcleo de población principál alrededor de la Iglesia de San Pedro, ya en la zona baja, llamada de antiguo El Tanque. De este núcleo primero partieron dos prolongaciones. Una con una urbanización de caracteristicas populares que se dirige a la cumbre, formando la calle de San Pedro Arriba, terminada en la Capilla del mismo nombre. La otra prolongación se dirige a la costa. Se trata de la calle de San Pedro Abajo que termina en su Capilla homónima y presenta una urbanización más estudiada que la anterior. Resumiendo podemos decir que Güímar, aparte de los barrios periféricos, está articulado formando un eje que va de Este a Oeste en cuyo centro encontramos el núcleo original, San Pedro, que se prolonga hacia la cumbre formando el barrio de San Pedro Arriba, y hacia la costa el de San Pedro Abajo.


Esa forma dual del pueblo que se ha mantenido hasta nuestros dias, nos habla de los espacios de donde éste extraía sus recursos. El pueblo fue creciendo siguiendo los dos caminos que, tras agotar las medianías, conducían a las zonas de abastecimiento de materias primas naturales. No existen dudas de la utilidad del camino que conduce a la cumbre, más problemático resulta el que conduce a la costa. No podemos considerar El Puertito como meta de esa ruta pues, aunque posee alguna construcción de una cierta antigüedad, es un poblamiento de consolidación relativamente reciente. Si observamos el viario nos damos cuenta que las calles que conducen al Puertito son sucesivas desviaciones de un camino principal, que por otro lado, presenta un nivel de construcción antiguo más denso. Deducimos por tanto, que la meta que seguía la mitad de abajo del pueblo en su crecimiento era El Socorro.


En cuanto a utilidades prácticas El Socorro es bastante limitado. Nunca se consolidó como núcleo pesquero y su aprovechamiento agricola data de nuestro siglo. Realmente los recursos que proporcionaba El Socorro estaban relacionados con prácticas heredadas de los aborígenes como el marisqueo, la pesca de bajura y el pastoreo de rebaños durante el invierno. Prácticas realizadas por los grupos sociales económicamente más débiles, en su búsqueda de aportes complementarios a una dieta deficitaria.

Yo llevo transitando El Socorro desde que tenía 5 años, que mi abuela me llevaba, así al cuadril, para ver la caza de las morenas, por la cruz para abajo. La caza de las morenas es cuando se ajuntan entre el callado y les ponen la carnada y después vienen todas las morenas para llevarlas, así unas pintadas y otras sin pintar... “

Testimonio de Blasina Leandro Pérez, 85 años, Vecina del Barrio de San Juan.


Este escaso aprovechamiento condicionado por las difíciles condiciones climáticas, nos hacen pensar que el interés de los primeros habitantes de Güímar por El Socorro, tan decisivo que determinó la forma urbana del pueblo, debía ser otro que el puramente material. Pensamos que dicho interés es en gran parte explicable por el hecho religioso, por la aparición de la Virgen, consolidado luego con las periódicas peregrinaciones origen de la fiesta actual. Interés que vemos reflejado aún hoy en dia, pues aunque las condiciones climáticas siguen siendo críticas, y los servicios urbanos de todo tipo, insuficientes, muchos güimareros han decidido establecer su segunda o incluso habitual residencia en El Socorro, aunque para ello deban infringir las más elementales normas urbanas.


En el Libro de Fábrica de la Cofradía del Socorro encontramos la primera mención del arreglo del camino en el año 1847. "...Por una peseta un peón de limpiar el camino y la inmediación de la Hermita... ".


Siguiendo a Octavio Rodríguez Delgado (en su Notas para el Expediente de Declaración del Camino del Socorro como Sitio Histórico, tituladas: "La Romería y el Camino del Socorro Memoria Histórica”), podemos considerar que el camino utilizado tanto en las antiguas peregrinaciones como en la Actual Bajada, parte de la Plaza de San Pedro y recorre las calles de San Pedro Abajo y el Calvario para dirigirse hacia El Socorro, aunque se le conoce propiamente por Camino del Socorro cuando abandona las últimas casas del núcleo de población y comienza a discurrir por entre las huertas de las afueras del pueblo. Nosotros consideramos que la Bajada tiene un trayecto previo, el que realizan los vecinos del pueblo de Arafo que se ponen en marcha, en grupos organizados o individualmente, con la antelación suficiente para llegar a la Plaza de San Pedro a tiempo de ver la salida de la Virgen en el Atrio de la Iglesia de San Pedro. Ese momento, que algunos han esperado durante toda la noche, anunciado por los repiques tradicionales y precedido de una función religiosa, es el punto de arranque de una fiesta que ha de durar las siguientes 36 horas. Hace unos años la Bajada daba comienzo a una hora más temprana. Muchos de nuestros informantes lo recuerdan y echan de menos el ambiente que se vivía, cuando la Virgen salía, entre las penumbras de la madrugada. “A mi lo que me gustaría es que hicieran la salida de la Virgen a la hora en que salia antes, porque era muy bonito. Cuando llegaba a la Asomada estaba el sol rayando, eso era una preciosidad ". Así lo recuerda doña Servanda Rosa Reverón.


El Atrio y Plaza de San Pedro pueden considerarse como el centro simbólico de Güímar. Allí se alzaban las casas de las familias más ilustres del pueblo y la primera Casa Parroquial. Por desgracia muchas de ellas no existen en la actualidad.


El grabado de J.J. Williams, que aparece reproducido en la Primera Estancia en Tenerife de Sabino Berthelot, es la primera representación gráfica de la Plaza de San Pedro. En él ya se puede apreciar su carácter de espacio-camino. Realmente la plaza es el punto final, la prolongación magnificada de la Calle de San Pedro Abajo. El ajardinamiento primero, a finales del siglo XIX, con plátanos, y los ajardinamientos posteriores con laureles de indias, respetaron esa concepción convirtiendo la plaza en una rambla peatonal rodeada por una vía rodada que la circunvala. Aquella característica se aprovechaba en las celebraciones cívicas, sociales y religiosas (paseos, conciertos, entierros, procesiones, etc). Para el trayecto de algunas procesiones, en especial la de El Socorro, se utilizaba la rambla central, mientras que en otras se circunvalaba por la vía rodada. Hasta los años 60 se mantuvo esa disposición. La remodelación que sufrió la plaza en aquel momento la convirtió en un espacio cerrado, impidiendo que funcionara nuevamente como rambla. Desde entonces la Virgen del Socorro no utiliza la Plaza de San Pedro como trayecto procesional, baja por la calle de la derecha y sube por la de la izquierda. La excepción fue el año 1987, pues para la coomemoración del 150 aniversario del último cambio de fecha de la fiesta, se colocó un pabellón en el centro de la plaza bajo el cual pasó el trono de la Virgen. Tras pasar por la plaza la comitiva transcurre por la calle de San Pedro Abajo.


La calle de San Pedro Abajo fue el lugar donde fijaron su residencia algunas de las más pudientes familias güimareras, en contraposición con San Pedro Arriba, más popular. Como ya hemos comentado en este mismo apartado, su urbanización está estudiada, su trazado es recto y antecede a la plaza. Aún se conservan algunas hermosas fachadas que dan a la calle y casonas rodeadas de jardines en sus proximidades. Recordemos la enorme ceiba que crece en el jardín de la antigua casa del poeta local don Arístides Hernández Mora.


Un hito importante lo constituyen la plaza y Capillas de San Pedro Abajo. La Capilla más antigua fue edificada por acuerdo tomado entre los vecinos a fines del siglo XVIII. Muy similar a la de San Pedro Arriba, aunque mayor que ella, presenta una hermosa puerta trabajada a base de balaustres de madera, que ocupa casi toda la fachada. Nos recuerda a las capillas abiertas o capillas posas sudamericanas, cuya gran puerta abierta permitia una masiva afluencia de asistentes quienes, desde el exterior, podían presenciar los Oficios Divinos. Se solucionaba así el problema de evangelizar a un gran colectivo sin necesidad de una gran edificación. Probablemente la tipología que presenta esta capilla güimarera responda a una problemática similar. Una vez cada dos años, cuando las fiestas patronales caen en año impar, le toca a este barrio organizar la celebración.


En los años 60 de este siglo, los vecinos consideraron que la pequeña planta cuadrada de la vieja Capilla era insuficiente. De esa fecha data la nueva. Ésta dispone de un espacio relativamente amplio donde hay sitio para un pequeño presbiterio, separado mediante gradas del resto del templo, coro alto, sacristia y servicios anejos. También dispone de campanario. Su estilo es heredero del arte neocanario de la posguerra.


La plaza, antes de tierra y con laureles de indias, también fue remodelada. Presenta un estilo acorde con la Capilla nueva y está ajardinada con flamboyanes y jacarandás.


En algunas ocasiones la Capilla vieja está abierta y adornada para el paso de la Virgen del Socorro. Cuando esto sucede los cargadores ejecutan un giro de forma que el trono queda enfrentado a la puerta de la Capilla y, tras unos segundos, hacen tres reverencias a la imagen que allí se venera, actualmente se conserva en ella una imagen en escayola seriada de Nuestra Señora de la Piedad. Esto lo hemos visto en la Subida, que es más pausada y ceremonial, el carácter de traslado rápido de la Bajada no se presta para estas cortesías.


A medida que nos alejamos de la Plaza de San Pedro las construcciones son más populares. Esto es evidente en el barrio de Los Majuelos y El Calvario, donde se alza una sencilla pero agradable capilla a la Santa Cruz. Su pequeña planta está cubierta por una bóveda de medio cañón y rodeada por una tapia que encierra un mínimo jardin. En la fachada un frontón clásico adornado con copas y rematado por la Cruz. También ante esta Capilla hemos presenciado la reverencia.


Dejada atrás la Capilla del Calvario sólo nos separa un pequeño tramo de "Las Tanquillas", nudo donde se encuentran numerosas conducciones de agua de riego para las tierras de medianía baja, lo que se denomina en Güímar "La Costa". Allí puede darse por terminada la vía urbana, de hecho es el lugar donde oficialmente comienza el Camino del Socorro, así lo atestigua la placa colocada por el Ayuntamiento. La densidad de personas que ocupaban toda la calle de San Pedro Abajo se aclara porque muchos grupos, entre ellos las parrandas, se adelantan para ir a su aire.


Mientras la Bajada discurre por la zona urbana se organiza en forma de procesión tradicional. El cambio de paisaje, en La Asomada, desde donde se divisa parte del Camino por recorrer, genera también un cambio en la marcha que se hace más informal. Hace unos años, cuando la Bajada comenzaba más temprano que en la actualidad, el hito de La Asomada se remarcaba, porque los primeros rayos del Sol comenzaban a aparecer en esos momentos.


Se recorre una zona de medianías bajas transformada en un período bastante remoto por lo que presenta el aspecto de la explotación agrícola tradicional, abancalada a base de sucesivas terrazas protegidas por paredes de piedra seca y conteniendo la tierra de cultivo con una gran componente pumítica, "zahorra". Los cultivos tradicionales, parras y cultivos temporales papas, batateras, millo, etc, están siendo sustituidos por cultivos tropicales: aguacateros, papayeras, mangos, etc. Este paisaje que se presentaba exclusivamente agrfcola hace pocos años está transformándose. A los lados del Camino y cercanos a él aparecen numerosos chalés y casas de campo grandes, pensamos que, además del estupendo clima, contribuye al atractivo residencial, la cercanía de la ruta de la Bajada. Los propietarios de las explotaciones agrícolas que dan al Camino, y aún si están retiradas, esperan el paso de la Virgen para saludarla con fuegos artificiales. Por el rastro de los voladores en el cielo, los que se hallan alejados del núcleo de la Bajada saben por donde va la Virgen y pueden ir calculando el tiempo que falta para llegar a El Socorro.


Domina todo el recorrido el cono de la Montaña Grande hacia el que nos dirigimos y que representa una seña de identidad más de la fiesta. Cerca del volcán encontramos un hito que, aunque reciente, es importante en el Camino, el puente que cruza por encima de la Autopista del Sur y que marca la frontera entre el camino humanizado y el que se encuentra en estado más natural. El paisaje vuelve a determinar la marcha de la Virgen, en ese momento avanza a un ritmo ligero que no parará hasta llegar al Caserío.


Llegados a este punto parte de la gente más joven comienza el ascenso de la Montaña Grande. Es algo que se viene realizando desde hace poco más de veinte años y representa una alternativa a acompañar a la Virgen. Para los que empezaron esta práctica el carácter tradicional de la Bajada estaba emparejado con un sentido religioso propio de personas de más edad, que ellos no compartían. Corrían los años 60 y hasta Güímar llegaban los aires progresistas. No obstante su carácter religioso, la fiesta seguía teniendo mucho atractivo por lo que se buscó otro polo de atracción: la Montaña Grande. Después de subir la montaña la bajada es en carrera libre por lo que se produce una fuerte erosión en los frágiles materiales. Al principio, cuando subían unas decenas de personas las marcas dejadas eran fácilmente borradas por la acción del viento y en el transcurso de un año desapareclan. De hecho recordamos que para evaluar la cantidad de gente que podia haber subido observábamos en qué mes se borraban las huellas dejadas, si desaparecian antes de noviembre habían sido pocos, si duraban hasta después de Navidad, muchos. Hoy pueden subir varios miles de personas por lo que las huellas permanecen indelebles de un año hasta el siguiente en que una nueva bajada masiva aumentará su profundidad.


Mientras tanto, abajo el Camino comienza a rodear el cono de la Montaña Grande, pues ésta es el primer obstáculo que lo hace desviar de una línea casi recta desde la Iglesia de San Pedro. A lado derecho del Camino encontramos un medio poco alterado, es el Malpaís de Güímar, parte del cual está declarado Paraje Natural. Se conservan algunos tramos de empedrado, una obra de la posguerra donde se utilizó como mano de obra personas que cumplían condena, según nos informó uno de los propios empedradores.


Quizá es en esta etapa donde el paisaje tiene más trascendencia y se convierte en un componente fundamental de la celebración. El caminar cerca de la Virgen por un paisaje similar al de su aparición, reproduciendo las mismas acciones que las generaciones de güimareros anteriores es capaz de inducir un clima colectivo muy intenso. Todos los elementos son imprescindibles para recrear esa sensación cada año, las tabaibas, el Camino parcialmente empedrado, las viejas fincas de tomateros y hasta aspectos desagradables como "el vientito del Socorro".


El reencuentro anual con el paisaje coincidiendo con la Bajada, es decir en circunstancias gratificantes, ha hecho que cada uno de sus componentes adquiera a través del tiempo un valor subjetivo y un significado simbólico. Algunos elementos, como la flora, juegan un papel muy importante como identificadores del lugar. Las tabaibas, por ejemplo, aunque comunes a toda la costa Sur, tienen un papel protagonista en El Socorro que transciende del sentir popular. Incluso los artistas que han interpretado el tema de La Candelaria o El Socorro usan de ellas para situarnos. Derivadas, quizá, de su transcendencia en el paisaje gozan también de otras connotaciones..


El aspecto que presenta ese trozo de terreno la mañana del día 7 de septiembre no sólo sirve para darle un marco a la fiesta, de él dependerán los pronósticos del tiempo para el próximo año. Son las "cabañuelas" realizadas por la gente del campo y muy especialmente por los del Norte que para tal propósito ese día atraviesan la cumbre.


Domingo Martinez de la Peña en su libro Historia de Arico nos presenta un panorama a principios del siglo XIX, en el que podemos apreciar la importancia de las peregrinaciones de la gente del Norte hacia los tres santuarios marianos del Sureste de Tenerife, Candelaria, El Socorro y Abona:


"Al producirse la desaparición de la primera, en el año 1826, junto a la supresión del convento y el gran despojo sufrido en el santuano, los responsables del culto de las otras dos imágenes entraron en abierta rivalidad por atraer las famosas romerías candelarias. Esto dio lugar a un ruidoso pleito interparroquial, que no trataré aquí, coincidente con el incendio de la ermita de las Mercedes, en el año 1835, del que se apunta la posibilidad de no haber sido fortuito... “


Sea como fuere, el hecho es que El Socorro acaparó la deseada atención del Norte de la isla, durante un período importante del pasado siglo, hasta que Candelaria recuperó de nuevo su importancia. La consolidación de los diferentes pronósticos, las cabañuelas, puede datar de esa época. Hoy en día podemos decir que sólo aparecen de una forma testimonial, se reducen a observar si la Montaña Grande se presenta verde por su vertiente Norte o Sur, ello significará un año beneficioso para la comarca correspondiente. Era importante averiguar que dirección tenía el viento para lo que se tomaba un puño de arena, de la que abunda cerca de la montaña, y se dejaba caer lentamente mientras se abría la mano. También se suele decir que los del Norte se marchan de El Socorro contentos si el dia ha estado ventoso, porque es un augurio de año afortunado. De los otros pronósticos se recuerdan las características exteriores pero desconocemos el mecanismo por el que se interpretaban los augurios. Una constante era la dicotomía entre el Norte y el Sur, el beneficio para una zona implicaba el perjuicio para la otra.


“Los más viejos hacen cábalas sobre el porvenir agrícola del año venidero. La gente vieja supone que el viento, o el tiempo apacible, de cada 7 de septiembre en El Socorro, ha de tener influencia decisiva en los cultivos de la isla"".


Hace aproximadamente veinte años comenzó la planificación del Polígono Industrial "Valle de Güímar", proceso que ha afectado gravemente al Camino del Socorro. Sólo destacaremos aquellos aspectos que interfieren directamente con las costumbres de la fiesta.


Cerca ya del Socorro llaman la atención grupos familiares que, alrededor de un todo-terreno agrícola, reparten vino y comida a los participantes en la Bajada, se trata de los antiguos propietarios de fincas o pequeñas construcciones, hoy derruidas por el Polígono Industrial, que convidaban a los romeros y que conservan esa costumbre a pesar de que hayan pasado muchos años desde que fueron expropiados. Ellos localizan en el desmonte el que pudo haber sido su solar y lo utilizan como si nuevamente fuera su finca o su casa. Naturalmente saludan el paso de la Virgen con una salva de voladores.


Las obras de la Segunda Fase del Polígono tocaron en varios puntos al Camino del Socorro de forma que durante varios años hubo que desviarse de la ruta tradicional. Algunos devotos y personas preocupadas insistieron ante el Ayuntamiento para que se respetara el antiguo trazado o se tomara una determinación satisfactoria que terminara con la política de hechos consumados, por la que el Polígono Industrial iba destruyendo tácitamente la vieja ruta. Finalmente en el año 1989 el desmonte para una vía de penetración del Polígono, cerca del puente que cruza la Autopista del Sur, impidió definitivamente el acceso al Camino. Se solucionó haciendo una pista auxiliar, pero ese fue el primer año en que la Virgen pasó por una vía del Polígono. Aunque sólo fueron alrededor de cincuenta metros, sirvió para hacerse una idea de lo que podia representar la Bajada por una ancha avenida asfaltada. Resultaba frío, los coches se dejaban notar pues podían adelantar a la procesión sin dificultad, incluso se podía acompañar a la Virgen al volante. Generalmente los coches bajan antes o después del paso de la Virgen para no interferir con los romeros o devotos. Era evidente que la fiesta que conocíamos estaba pasando por momentos críticos. Parecía que los cambios eran ineludibles, incluso se conocla el trazado del futuro camino, ajustado a la trama ortogonal del Polígono y con fábricas a ambos lados.


En 1990 se organizó un colectivo formado por devotos de la Virgen del Socorro y personas interesadas en el conjunto de las tradiciones que forman las Señas de Identidad y la Cultura de Güímar para solicitar la declaración del Camino del Socorro como Sitio Histórico de Valor Etnográfico. Fue el comienzo de las actividades de la Asociación Cultural Patrimonio de Güímar.


El 20 de Octubre de 1990 los vecinos del pueblo de Güímar y de la Comarca del Valle de Güímar se manifestaron ante el Ayuntamiento para solicitar que se respetara en el futuro el Camino del Socorro. Fue una manifestación atípica anunciada con voladores, acompañada de albahaca y a la que acudieron gentes que nunca hablan participado en una protesta colectiva, destacaban las personas mayores. Los que se habían encargado de trasmitir su cultura al pueblo se sentían responsables de su pervivencia.


El 1 de Diciembre de 1990 se publicó en el Boletín Oficial del Estado, la Resolución de la Dirección General de Cultura de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Canarias por la que se incoaba el Expediente de Declaración del Camino del Socorro como Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico.


Existen dos posturas en el pueblo: por un lado puede resultar beneficioso que cambie la fiesta, un trazado moderno puede suponer muchas ventajas: posibilidad de una mayor afluencia de público, facilidad para usar coche, se eliminarían curvas, etc; otros piensan que la fiesta perdería su carácter y valor fundamental, porque sin el paisaje tradicional terminará por convertirse en una de tantas romerías estereotipadas y artificiales. Este debate ha tenido su repercusión en la fiesta. Para la Bajada de 1991 unos vecinos emparejaron con una suave pendiente el desnivel que produjo la obra del Polígono. Se pretendía recuperar el trozo de Camino inutilizado desde 1989, además se quería impedir que ese año la Virgen tomara definitivamente durante todo el trayecto las nuevas vías del Polígono. Llegada la mañana del 7 de Septiembre los romeros que precedían a la Imagen, muy numerosos por caer la fiesta en sábado, al llegar a la confluencia de los dos caminos (el viejo Camino del Socorro y la Vía de Penetración del Polígono Industrial) tomaban invariablemente el Camino tradicional. El nuevo camino (el del Polígono) era ocupado por los coches y las personas que asistían como espectadores. Al llegar la Virgen a la confluencia de los dos caminos, ante la general sorpresa, tomó la Vía de Penetración del Polígono lo que dio lugar a momentos de gran tensión y a una airada protesta por parte de los que ocupaban el Camino tradicional. En la Subida, un grupo fundamentalmente mujeres de mediana edad, se apostó en la entrada de la Vía de Penetración del Polígono impidiendo que el trono con la imagen se desviase del camino tradicional.


Durante la fiesta de 1992 la Virgen bajó y subió por el Camino del Socorro sin mayores contratiempos.


El 4 de diciembre de 1992, el Pleno del Excmo. Ayuntamiento de Güímar tomó el acuerdo de apoyar la moción de Nelson Mena Díaz en la que se solicitaba el mantenimiento del Camino del Socorro en su estado original y trazado actual, convirtiéndose en el límite del Paraje Natural Malpaís de Güímar.



REFLEXIÓN


Como ya indicábamos en la introducción, la fiesta de El Socorro pasó por un largo proceso de gestación, antes de tomar la configuración actual. En épocas relativamente recientes, por ejemplo a fines del pasado siglo, era sustancialmente diferente a como hoy la conocemos. El elemento que permaneció como nexo de las sucesivas concepciones de la fiesta a través del tiempo, fue la propia advocación, la Virgen del Socorro. Todos los demás aspectos: rituales, fecha de la fiesta, traslados de la imagen, etc; variaron sin suscitar mayores problemas referentes a la autenticidad o a la tradición.


Todo esto nos podría llevar a pensar que los futuros cambios en la fiesta tampoco deben ser traumáticos, y así sería si no se hubieran fijado ya unos tipos. Nos encontramos ante una fiesta madura que ha dejado la fase de evolución. Los ritos que en la actualidad se realizan han ido variando hasta llegar a un punto estable. Ha sido el pueblo el artífice de esa evolución, bien interviniendo directamente en ellos o bien sancionando con su acogida las novedades generadas por los organizadores de la fiesta. Las innovaciones más brillantes y unánimemente aceptadas, se han originado cuando los organizadores de la fiesta han conseguido sintonizar con las necesidades de expresión del pueblo. Es el caso del Dr. D. Agustín Díaz Núñez o de D. Miguel Castillo.


Como resultado de esa evolución, en la actualidad, en los ritos de la fiesta de El Socorro, podemos percibir símbolos que sintetizan algunos aspectos importantes a la hora de entender la idiosincracia singular de los güimareros. Por ejemplo el avanzar gozoso hacia el mar o hacia el agua, que es común a muchos pueblos isleños y que se evidencia incluso en la evolución de los sucesivos asentamientos poblacionales. Güímar se fundó en el alto barrio de San Juan y gradualmente ha ido bajando de cota. Hoy en día las nuevas residencias se ubican mayoritariamente en la costa.


También El Socorro es un símbolo de la reafirmación de la propia identidad. El Socorro es la fiesta íntima de Güímar y en ella se valora todo lo que puede ser considerado güimarero. Hasta la Virgen, aunque es una Candelaria, recibe un nombre particular, que responde a un milagro local. Incluso ostenta diferencias iconográficas notables, con respecto al icono orlglnal.


Como una reafirmación más, en El Socorro se valora el paisaje local. Los elementos del paisaje tienen importancia porque sirven de referencia para situar la celebración en un espacio concreto. A veces esa importancia se interpreta de forma jocosa, como los episodios picantes, relacionados con la dormida entre las tabaibas. Otras veces es más culta como la constante de representar el milagro que da nombre a la advocación en un escenario dominado por plantas locales como los cardones. Cardones que recordamos colocados cerca de la Virgen en el Campo de la Ceremonia hasta los años setenta.


Pero quizá el aspecto más patente y singular de El Socorro es su carácter popular. El culto a El Socorro desde el principio estuvo impulsado por el pueblo, sin apenas amparo oficial. Como para corroborar esto, la Virgen del Socorro no es la Patrona oficial de la Iglesia de San Pedro, honor que ostenta la Virgen de los Remedios, aunque el pueblo no sancionó con su actitud el designio oficial. No tenemos constancia de ninguna protesta o molestia popular cuando se suprimió, en la práctica, la fiesta de Los Remedios en beneficio de la de El Socorro. De hecho podemos decir que de no haberse producido tal cambio no hubieramos tenido demasiadas noticias de la Patrona oficial, la cual, tras ello quedó relegada al olvido durante muchas décadas.


A pesar de su predicamento popular, la Virgen del Socorro tampoco es la Alcaldesa de Honor de Güímar. Ese cargo fue reservado, por veleidades del destino, a la venerada Imagen de la Virgen de las Nieves de La Palma. Incluso el hecho de que en la fiesta se organice según la costumbre y en ella intervenga escasamente el Ayuntamiento, evidencia su carácter popular.


Quizá ha sido ese carácter popular, el que ha dado tanta importancia a la Cofradía de los Guanches. Ellos son los representantes de los aborígenes, tan atractivos y cercanos a las clases más humildes y populares de Güímar. No es de extrañar que mayoritariamente procedan del barrio de San Juan, o Güímar de Arriba, núcleo fundacional del pueblo. En la actualidad su calidad de simbolo del pueblo se ha reforzado con la incorporación de mujeres y niños pequeños a la cofradía.


Como hemos visto los ritos de El Socorro simbolizan a Güímar. Inconscientemente las distintas generaciones que han participado en la fiesta los han modelado, de forma que hoy son una representación de los arquetipos más profundos del pueblo. Podemos decir que en ellos se sintetizan partes esenciales y definitorias de la comunidad, sin las que ésta correría el peligro de perder sus señas de identidad comunes y sus nexos.


Es por eso que los cambios en la fiesta deben ser muy meditados, es imprescindible un cuidado especial. Sobre todo cuando no dimanan del deseo del pueblo.


Javier Eloy Campos Torres